Este sorpresivo anuncio se dio durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. El presidente de los EEUU decía lo siguiente:
"Saben que me chupa un huevo si me pide socorro una viuda, un huérfano o un minusválido. Sin embargo no me es posible decirle no a un cerrista. Ustedes saben que soy un flor de hijo de puta, pero tampoco soy de piedra. Sé muy bien todo lo que ha sufrido y seguirán sufriendo los cerristas. Esa gente vive en un suplicio sin fin, soportando pelada tras pelada en torneos internacionales. Por eso yo les abro las puertas a mi país, a ver si de esa manera consigo aliviar aunque sea un poco ese inmenso dolor en sus miserables corazones".
Ya es oficial que cualquiera con una camiseta de cerro y cara de condenado puede entrar a EEUU sin documentos.
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