Investigadores de Harvard llegaron a esa conclusión después de un experimento sencillo que nos describen a continuación:
"Queríamos ver que tan rápido aprendía un mono de nosotros. Comenzamos mostrándole como se usa el casco y enseguida percibieron que se pone en la cabeza".
"A los motoqueros paraguayos les quisimos enseñar lo mismo. Pero era imposible, agarraban el casco y se lo ponían en la mano, el hombro, el culo, en cualquier parte menos la cabeza. Es algo que nos dejó completamente intrigados".
Como consecuencia de la investigación, a los fabricantes de motos ya no les basta hacer motos a prueba de monos.
"Queríamos ver que tan rápido aprendía un mono de nosotros. Comenzamos mostrándole como se usa el casco y enseguida percibieron que se pone en la cabeza".
"A los motoqueros paraguayos les quisimos enseñar lo mismo. Pero era imposible, agarraban el casco y se lo ponían en la mano, el hombro, el culo, en cualquier parte menos la cabeza. Es algo que nos dejó completamente intrigados".
Como consecuencia de la investigación, a los fabricantes de motos ya no les basta hacer motos a prueba de monos.
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