Los abogados de Horacio Cártes argumentan que su cliente no es responsable de lo que se le acusa, ya que el estado de ebriedad en el que estaba le impidió discernir toda realidad durante su periodo presidencial. Supuestamente, habría ordenado 1500 botellas de vodka, 3000 botellas de whisky y 4000 cajones de ñoño para celebrar su ascenso a la presidencia; bebidas que le tomaron 5 años en consumir por completo. Eso también explicaría sus balbuceos sin sentido cada vez que alguien le preguntaba algo. Durante ese periodo el ex-presidente habría sufrido delírium trémens, afección que hace imaginar cosas que no existen. Tal sería su deterioro mental que hasta habría imaginado un metrobús o inclusive que posee bellas nalgas y de ahí su afición por los chupines.
Los abogados de Horacio Cártes argumentan que su cliente no es responsable de lo que se le acusa, ya que el estado de ebriedad en el que estaba le impidió discernir toda realidad durante su periodo presidencial. Supuestamente, habría ordenado 1500 botellas de vodka, 3000 botellas de whisky y 4000 cajones de ñoño para celebrar su ascenso a la presidencia; bebidas que le tomaron 5 años en consumir por completo. Eso también explicaría sus balbuceos sin sentido cada vez que alguien le preguntaba algo. Durante ese periodo el ex-presidente habría sufrido delírium trémens, afección que hace imaginar cosas que no existen. Tal sería su deterioro mental que hasta habría imaginado un metrobús o inclusive que posee bellas nalgas y de ahí su afición por los chupines.
Comentarios
Me hicieron el día con lo del chupin
ResponderEliminarJajajaja!!!! Bien ahí por la alegría que nos dan en éste país bananero y conformista..
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